LA CULPA – ¿Qué es? y ¿qué debemos hacer con ella?

La culpa es una emoción caracterizada como negativa. Suele ser un sentimiento con mucha importancia para la persona y puede reproducirse de varias maneras; culpando a los demás, culpándonos a nosotros mismos o bien culpando a algo tanto material como abstracto como es la vida o la suerte.

Es una emoción negativa que puede llegar a paralizarnos y hacer que constantemente pensemos en lo sucedido. Algunos autores hablan del efecto paralizante en todo aquello relacionado con el presente haciendo que nos quedemos atrapados en el pasado.  

culpa

¿Por qué seguimos anclados en sentirnos culpables o a hacer culpable a alguien o algo?

La culpa también actúa como “amortiguadora”. Hace que no actuemos frente a la realidad e incluso muchas veces el hacer culpable a alguien, nos hace menos responsables de lo sucedido.

Si la culpabilidad está relacionada con un acto propio, muchas veces se cree que si nos sentimos culpables, todo está solucionado por lo que no somos tan malos porque ya cargamos con la culpa.

¿De dónde puede venir este sentimento?

Como muchas de las emociones, el sentimiento de culpa proviene mayoritariamente del aprendizaje y de nuestro ambiente (casa y colegio).

Frases como “ves lo que has conseguido…” ayudan a reforzar un sentimiento de culpa y a que esta poco a poco se instaure en nuestra forma de percibir los sucesos.

¿Qué podemos hacer?

Como psicóloga, realizo un trabajo de “educación” en determinados pacientes, en relación a la búsqueda de la manera más adecuada de comunicarnos ya que en muchas ocasiones, un cambio de vocabulario ayuda a que nuestra comunicación sea más asertiva y la manera como la transfiramos a los hijos puede ser más positiva. Con esta psicoeducación, conseguimos mejorar nuestra manera de comunicarnos con lo cual mejoramos indirectamente las emociones futuras de nuestros hijos.

Otro trabajo importante se realiza en consulta, dónde se trabaja en la búsqueda de otras atribuciones; de otros significados que en el momento presente nos resulta complicado por estar tan anclados en la culpa.

Finalmente se trabaja en la prevención de dichas conductas por las que nos sentimos culpables y en la orientación de ellas para así prevenir una posible emoción negativa como la culpa en momentos futuros.    

Como psicóloga, resaltar la importancia de trabajar dicha emoción y gestionar qué es lo que nos hace padecer culpa y qué se debe modificar para obtener una sensación de calma en nuestra vida.

  

Destacar que la culpa debe ser tratada según la persona, el suceso y a quien va dirigida por lo que cada tratamiento será distinto y personal.